sábado, 24 de octubre de 2009

2º Parcial - Epistemología

Instituto de Formación Docente “Elia Caputi de Corbacho” – San José
Epistemología


LOS OBSTÁCULOS EPISTEMOLÓGICOS DESDE
BACHELARD


Carolina Pola
2º- Epistemología
Jorge Barrera


Introducción

Para comenzar plantearé el concepto de ciencia trabajado en Didáctica 1 en profesorado de Ciencias Biológicas, a mi entender es fundamental la concepción de ciencia que tenga el docente a la hora de pensar la clase; de planificar la clase; de pararse frente a una clase. Por esta razón y porque el autor elegido lo amerita es que comenzaré de esta manera, considero que si el lector es nato o no tiene la misma concepción de ciencia podríamos estar frente a un “obstáculo epistemológico”.
En el presente trabajo me dedicaré a resaltar las ideas o principios más relevantes expuestas por Gastón Bachelard en los capítulos I y II (Parte I) de su libro “La formación del espíritu científico”.
Procuraré relacionar las ideas mencionadas durante el desarrollo del trabajo, con autores vistos durante el curso o en otras asignaturas a fines, como es el caso de Hodson y de Chalmers.
Me he propuesto realizar un análisis crítico de una parte de su obra en la cual planteo lo más argumentativo posible las concordancias y discrepancias que tengo con el autor.

Enumeración de facilitadores y obstáculos

Podría decir que un facilitador para mi es que durante casi toda la obra el autor se dedica a hablar de ciencia. Y lo hace de un modo muy interesante, al menos para mí, por que habla de un tema poco discutido o del cual yo no he oído hablar mucho (de manera profunda) como es “la formación del espíritu científico”.
Al estar vinculada estrechamente a la ciencia (por haber optado por profesorado de ciencias biológicas), me siento muy motivada al poder trabajar desde un punto epistemológico en mi “área”. También veo como facilitador querer responder algunas preguntas que tengo planteadas hace ya algún tiempo, como es por ejemplo ¿Cómo promover en el aula ese espíritu científico del cual tanto se habla en todos los programas de Biología?
Un obstáculo fue para mí no conocer al autor, es como empezar de cero, después de conocer a un autor ya sabes más o menos su manera de escribir, el contexto en el que escribe, etc. Bachelard escribe de una manera muy particular, va citando ejemplos del pasado que te ayudan a entender su manera de pensar o de expresar algunas vicisitudes.
Otro obstáculo para mi fue la comprensión de ciertas cosas particulares planteadas por el autor, que en otras asignaturas (específicas) se plantearon de otra manera, con otro sentido o sin tanta profundidad.
Y por último un obstáculo no menos importante es el criticar ya sea a favor o en contra al autor, y poder dar los argumentos suficientes para llegar a expresar lo que deseamos.

Objetivos

En el desarrollo del trabajo procuraré:

• Mostrar el lado epistemológico de la ciencia
• Comparar al autor con otros pensadores tratando de ser lo más objetivo posible
• Expresar la ciencia desde otro punto de vista, analizándola y criticándola de manera precisa y clara.
• Arribar a un conclusión que nos de cómo respuesta cómo aproximarnos a un espíritu científico.

Marco teórico

El trabajo esta basado en el manejo de distintas bibliografías, tomando como eje
central del mismo la obra de Gastón Bachelard, “La formación del espíritu científico”.
Al comienzo se toma la concepción de ciencia de Hodson que podemos encontrar en los programas de las asignaturas de ciencia en su fundamentación, o en su libro “Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio”.
También se trabaja con un fragmento de la obra de Alan Chalmers, “¿Qué es esa cosa llamada ciencia?”.

Gaston Bachelard nace el 27 de junio de 1884 y muere el 16 de octubre de 1962, fue un filósofo y crítico francés. Autor inclasificable, estuvo interesado por la historia de la ciencia, moderna o contemporánea, y al mismo tiempo por la imaginación literaria. En 1938 escribe “La formación del espíritu científico”, en ella expone sus ideas sobre la filosofía de la ciencia.
En la introducción a la obra (Palabras Preliminares) él nos da un pantallazo de lo que se va a tratar y nos ubica ideológicamente según su postura. El primer fundamento del espíritu científico es dibujar los fenómenos y ordenar los acontecimientos de una experiencia. Dice que la abstracción es el derrotero normal del espíritu científico.
Lo que va a hacer es …probar que pensamiento abstracto no es sinónimo de mala conciencia científica (…). Debemos probar que la abstracción despeja al espíritu y que ella lo dinamiza. Proporcionaremos esas pruebas estudiando más particularmente las dificultades de las abstracciones correctas, señalando las insuficiencias de los primeros intentos, la pesadez de los primeros esquemas, al mismo tiempo que subrayamos el carácter discursivo de la coherencia abstracta y esencial que nunca logra su objeto de una sola vez. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI

La concepción que da Hodson de ciencia es muy clara y abarca una serie de puntos que se comparten con lo que se va a trabajar de Bachelard. Hodson se interesó por la enseñanza de la ciencia desde todo puto de vista.

Chalmers intenta explicar que es lo que hay de especial en la ciencia que la hace fiel y cual es el método científico que en teoría conduce a resultados especialmente dignos y fiables. Se interesó en explicar diversas teorías científicas, entre ellas, el Falsacionismo y el Inductivismo.

Considero que para podernos ubicar mejor en este marco teórico es preciso mencionar el concepto de Epistemología. Proviene del griego episteme que significa “conocimiento”, y logos que quiere decir “teoría”, es una rama de la filosofía que tiene como objeto de estudio el conocimiento científico: las Teorías del conocimiento.

DESARROLLO

¿A qué le llamamos ciencia?

Hodson (1994): La ciencia es una actividad condicionada social e históricamente, llevada a cabo por científicos individualmente subjetivos, pero colectivamente críticos, selectivos, poseedores de diferentes estrategias metodológicas que abarcan procesos de creación intelectual, validación empírica y selección crítica, a través de las cuales se construye un conocimiento temporal y relativo que cambia y se desarrolla permanentemente. Hodson (1994). Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio. Enseñanza de las ciencias

Entonces según Hodson “La ciencia es una actividad condicionada social e históricamente. . .”, al realizar cualquier investigación científica estamos condicionados por la sociedad en la que estamos inmersos, por la cultura que nos rodea, por el nivel socio-económico, por el interés que haya sobre lo que se quiere investigar, e históricamente porque no vivimos en una época “estancada” sino que vivimos en una sociedad que cambia constantemente, y la historia que se esta formando es determinante para una investigación científica.
“. . .llevada a cabo por científicos individualmente subjetivos, pero colectivamente críticos, selectivos, poseedores de diferentes estrategias metodológicas que abarcan procesos de creación intelectual, valoración empírica y selección crítica. . .” Si bien es cierto que ante una investigación debemos ser lo más objetivos posibles, es totalmente ingenuo no pensar en la subjetividad de la persona ante cierto suceso, en la forma de pensar de cada uno, sin dejar de lado el ser crítico, selectivo, reflexivo para utilizar estrategias metodológicas, teniendo en cuenta la experiencia, etc.
“. . . a través de los cuales se construye un conocimiento temporal y relativo y se desarrolla permanentemente.” El conocimiento que se va construyendo es temporal y relativo porque en la sociedad actual todo cambia, todo se modifica, lo que antes era inconcebible desde la ciencia ya que se creía en la ciencia como única, inmodificable, permanente y estable. Hoy sabemos que a medida que la ciencia avanza se van dando cambios constantes y sabemos que las teorías van cambiando.
Yo creo que la ciencia debe ser proceso y resultado. A la hora de ser enseñada tenemos que partir del proceso para llegar a un resultado. Porque si damos solo los resultados, como se hace muchas veces, no tiene sentido en la medida en que el alumno no se integra con la ciencia y no creamos el espíritu científico en el.
Lo que pasa es que muchas veces el alumno ni sabe por qué se llego a ese resultado, no le encuentra un sentido. Y al no encontrarle un sentido no le va a interesar.
Por eso yo considero que es bueno llevar a la práctica las teorías y a través de los procesos llegar a un resultado.

Según Chalmers la ciencia se pude definir de distintas maneras según la postura que tenga el pensador. Desde un punto de vista inductivista, se llega a la ciencia por medio de la observación y la experiencia; arribando de esta manera a leyes y teorías que hacen al conocimiento científico. Existen dos tipos de enunciados los observacionales singulares (que surgen de la observación de un determinado fenómeno, en un lugar y momento determinado). Y los enunciados observacionales que forman el conocimiento científico que son los generales o universales (observación dada en todos los acontecimientos de un determinado tipo en todos los lugares y en todos los tiempos).
Por medio de la inducción es que se pasa de los enunciados observacionales singulares a los universales, se utiliza lo que es llamado razonamiento inductivo (llegando al nivel de las leyes empíricas).
Lugo le sigue el razonamiento deductivo, por medio del cual se puede predecir o explicar cierto acontecimiento (nivel de las leyes teóricas).
Entonces, podemos decir que partiendo de las observaciones a través de la inducción se establecen las leyes y teorías empíricas, y de éstas a su vez se pueden predecir o explicar (deducción) para llegar a leyes teóricas.
Pero la inducción no es del todo exacta ya que no son argumentaciones lógicamente válidas ya que se podría arribar a conclusiones falsas partiendo de premisas verdaderas. Esto sucede por dos motivos claros: uno es que es muy difícil determinar cuál es un número grande de enunciados observacionales; y otro como se determina una amplia variedad de circunstancias.
De todos modos es una postura utilizada y las conclusiones son probablemente verdaderas.
En cuanto a la observación encontramos en la inducción dos problemas, que toman a la observación como el comienzo de la ciencia y como segura para arribar al conocimiento. El primer problema mencionado se puede evidenciar diciendo que los distintos científicos ven cosas distintas observando lo mismo, en el mismo momento y con los mismos instrumentos. El segundo problema se da porque la observación es tan errónea como las teorías que presuponen.
Los inductivistas modernos piensan distinto en que no es lo mismo la manera de descubrimiento que la manera de justificación.

Noción De obstáculo epistemológico – Cap. I

Gastón Bachelar en su obra comienza planteando que el saber cotidiano constituye un obstáculo epistemológico para la ciencia. En el momento mismo en el que se da el conocimiento o cuando se esta por conocer algo es que surgen los entorpecimientos y las confusiones. Con lo mencionado anteriormente, nos quiere demostrar que realmente se da un estancamiento y hasta un retroceso el cual es llamado por el uno obstáculo epistemológico.
El conocimiento de lo real es una luz que siempre proyecta alguna sombra. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Es decir que el conocimiento de la verdad, de lo real, no es inmediato ni exacto, si no que podríamos decir todo lo contrario. Podemos creer saber que es lo real para nosotros mismos, pero esa realidad no tiene por que ser tan exacta, y cuando realmente llegamos a esa verdad, surge el arrepentimiento de lo pensado.
Es en este momento en el cual plantea la forma en que se conoce, dice que se da en contra de un conocimiento anterior el cual fue mal adquirido y al cual hay que destruir o superar, lo que en el espíritu mismo esta obstaculizando la espiritulización.
Hace referencia al pensamiento empírico, el cual es claro e inmediato, siempre y cuando se haya dado bien la correspondencia con las razones.
Uno de los problemas fundamentales es que todo conocimiento es un hecho que se vuelve “conocido” o divulgado muy rápidamente y aceptado socialmente. Los individuos no podemos volvernos ingenuos ante los conocimientos que nos llegan, esto es un verdadero obstáculo para el conocimiento.
En ciencia la opinión es vista de muy mala manera, según el autor la opinión no te deja llegar al conocimiento, de tal manera que e lo prohíbe. Una de las cosas fundamentales que no impide el espíritu científico es omitir opinión de una cuestión que no comprendemos. Para un espíritu científico todo conocimiento es una respuesta a una pregunta. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Si la duda no se plantea es imposible que haya conocimiento científico. No hay nada que sea espontáneo, ni que este dado, sino que todo es una construcción.
Cuando el conocimiento no es formulado es que se produce un obstáculo epistemológico.
Durante la obra se trabajará con el conocimiento empírico el cual compromete al hombre sensible a través de todos los caracteres de su sensibilidad. Cuando el conocimiento empírico se racionaliza, nunca se está seguro de que los valores sensibles afecten a los raciocinios. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Bachelard plantea que la noción de obstáculo epistemológico puede estudiarse tanto en el transcurso histórico del pensamiento científico como en la práctica de la educación. El epistemólogo es quien debe seleccionar los registros históricos y debe someterlos a prueba, conceptuándolos razonablemente; la razón cumple un papel primordial en el juzgamiento de los registros históricos.
Por otra parte, aún en las ciencias experimentales, es siempre la interpretación racional la que ubica los hechos en su lugar exacto. Es sobre el eje experiencia – razón, y en el sentido de la racionalización, donde se encuentran, al mismo tiempo, el riesgo y el éxito. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI

Para el autor la razón juega un papel crucial en la investigación, es la razón quien valida, quien activa la investigación científica; va más allá de la experiencia común, insinúa la experiencia crítica.
Para el historiador de la ciencia, las ideas deben ser tomadas como hechos. Mientras que el epistemólogo debe tomar los hechos como ideas.
Se toma también como obstáculo epistemológico la objetividad que puede tener un pensador o una persona a la hora de interpretar un texto.
Sabemos que por más de que se trate de leer cierto texto lo más objetivamente posible, siempre hay un grado de subjetividad, que nos va a condicionar psicológicamente a nivel inconsciente según nuestra postura en el mundo.
El epistemólogo debe tratar de relacionar los conceptos, entender y mostrar como un concepto produce otro. De esta manera el obstáculo habrá sido vencido, superado.
Gastón critica, y considero que acertadamente, a los profesores de ciencia porque piensan que el espíritu comienza como una lección, sin darse cuenta que va muchos más allá de eso, porque el aprendiz debe romper esquemas para poder meterse de lleno en una cultura “nueva” – cultura experimental -; esta tarea no es nadada sencilla porque los educandos traen consigo una cultura adquirida de la vida cotidiana, la cual aquí se plantea como un obstáculo.
Se plantea la observación básica como principal obstáculo porque entre la observación y la experimentación no hay una continuidad, sino una ruptura.
Luego de la observación puede seguir otro obstáculo que proviene de la misma, es el de seguir las generalidades del primer aspecto. Es necesario que el pensamiento abandone el empirismo inmediato. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
También hace referencia al obstáculo verbal el cual se da cuando se expresa o se dice algo falso, es decir se da una falsa explicación mediante el uso de la palabra explicativa. Para Bachelard este obstáculo es uno de los más difíciles de superar porque el mismo está asado en una filosofía fácil. Hace referencia al substancialismo, a la monótona explicación de las propiedades por la sustancia. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Por último habla del obstáculo animista en las ciencias físicas, en el siglo XIX fue superado casi por completo, surge con los físicos de los siglos XVII y XVIII. Este obstáculo fue superado en la misma época en que surgió. Este obstáculo toma a la vida como un pensamiento claro y general.

Uno de los Obstáculos Epistemológicos: la experiencia básica
Cap. II - Parte I

El primer obstáculo planteado por Bachelard es la experiencia básica. Para la formación de un espíritu científico es ella quien se pone por delante y por encima de la crítica. La crítica es un elemento necesario para el espíritu científico, pero ella puede ser fundamentada con la experiencia básica, siendo esta muy débil.
A partir de esto se sostiene que: el espíritu científico debe formarse en contra de la Naturaleza, en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros, impulso y enseñanza de la naturaleza, en contra del entusiasmo natural, en contra del hecho coloreado y vario. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Por esto el espíritu científico debe ser formado, transformándose.
Afirma que la psicología del espíritu científico que el está demostrando a través de los obstáculos epistemológicos, podría llegar a ser generalizada ya corresponde a otro tipo de psicología.
Luego de explicarnos que es el obstáculo de la experiencia básica comienza a dar ejemplos que ponen al mismo en evidencia. El primer ejemplo que pone es el de los libros escritos partiendo de observaciones básicas, los cuales no tenían ningún respaldo y si estaban certificados de algún modo era un sello adjudicado por una academia de provincia. Estos libros hablaban generalmente de la naturaleza y de la vida cotidiana. De esta manera autor y lector se encontraban a la misma altura. Esta situación se fue revirtiendo poco a poco comenzando a aparecer libros relativamente “raros”, de tal manera que no se podría saltear un capítulo porque se perdería el hilo conductor i no se entendería el próximo. Eran libros que parecían superar esté primer obstáculo del que comenzamos hablando.
Siguiendo con los ejemplos de libros escritos en el siglo XVIII, por ejemplo a cerca del trueno, no se va a escribir sobre cual es la causa por la cual se produce el trueno, sino que se le va a hablar al lector del miedo al trueno; Reflexiones sobre el espanto provocado por el trueno. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
A lo largo de este capítulo se siguen dando ejemplos que reflejan y explican más claramente el obstáculo de las observaciones básicas. Menciona que en un libro sobre los cometas se habla de la discusión de si los cometas son macho o hembra. En otro libro se habla de las propiedades de los lagartos para curar enfermedades venéreas y hepáticas.
Estas observaciones generales sobre los libros de primera instrucción son quizá suficientes para señalar la diferencia que existe, ante el primer contacto que con el pensamiento científico, entre los dos períodos que queremos caracterizar. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI

Conclusión

El concepto de ciencia dado por Hodson se relaciona estrechamente con algunas de las ideas planteadas por Bachelard. Ambos expresan que la ciencia está condicionada por la sociedad y la historicidad.
También la objetividad que se tiene al estudiar un determinado hecho o al leer un texto, Bachelard lo hace planteándolo como un obstáculo difícil de vencer y Hodson lo hace cuando menciona “científicos individualmente subjetivos”.
Los dos hacen referencia al espíritu crítico y al razonamiento como parte fundamental de todo conocimiento científico.
Nos dejan muy en claro que la ciencia no es estable e invariable, sino que es todo lo contrario, cambiante, relativo y en permanente transformación y desarrollo.

Viendo ahora la postura que expresa Chalmers a cerca del inductivismo y a Bachelard con el espíritu científico, podemos decir que la observación es tomada de distinto modo para ambos. El inductivismo toma a la observación como el comienzo de la ciencia y como segura para proceder al conocimiento (en la modernidad es diferente), mientras que en el espíritu científico la observación puede ser un obstáculo para llegar al conocimiento certero.

En el fragmento estudiado del libro de Bachelard, La formación del espíritu científico encontramos los siguientes obstáculos epistemológicos:

1) La objetividad que se tiene ante un texto

2) Los conocimientos previos o experiencia básica

3) De la experiencia básica a generalizar

4) El obstáculo verbal

5) El obstáculo animista

Estoy totalmente de acuerdo con que las ideas previas que se tiene de cierto tema afectan directamente al conocimiento en sí, pudiendo estas sobreponerse al razonamiento y generar un impedimento para llegar a él. Esto es así y no puede ser de otro modo ya que para cambiar la idea que tenemos de algo debemos reestructurar nuestro pensamiento y romper esquemas ya establecidos y seguros, para poder adquirir nuevos y convencernos de la validez de ellos. No es cosa sencilla para nuestra mente cambiar de parecer por más fundamentada que esté la postura que se nos muestre, más cuando ya ha pasado un cierto tiempo de convencimiento.
Dos pensadores Bourdieu y Passeron plantean el problema en las aulas ya que todos los alumnos vienen con determinado capital cultural (con determinadas ideas previas) el cual esta determinado por la religión, posición socio – económica, etc. que lo rodea. Ellos quieren demostrar que la comunidad educativa no está preparada para atender la diversidad de alumnos y hacen responsable a los docentes de ser reproductores de las desigualdades sociales. Esto es porque se enseña para la cultura, posición socio – económica y religión que predomina o que trae consigo el docente.

Creo al igual que Bachelard que la duda es el principio de una investigación y por lo tanto sin ella es imposible que haya conocimiento científico. Partiendo de la duda debemos experimentar para poder construir.

En el momento en el que se plantea que los individuos no podemos volvernos ingenuos ante los conocimientos que nos llegan, creo que si podemos en cierta medida ser críticos de lo que estamos leyendo, probablemente en el momento que se escribió la obra, un libro tal vez era algo de suma confianza o los lectores realmente eran muy ingenuos ante lo que leían. Los ejemplos de libros de la época revelan la ingenuidad de los lectores al creer que eran realmente científico.

Considero que Bachelard encasilla a todos los maestros o docentes de ciencias en la misma bolsa diciendo: Un educador no tiene el sentido del fracaso, precisamente porque se cree un maestro. Quien enseña manda. De ahí una oleada de instintos. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI. Creo que en la actualidad los docentes y educadores en general tienen la “capacidad” autocrítica más desarrollada, o tal vez somos más autocríticos (tampoco quiero generalizar, pero me incluyo porque considero que reflexiono mucho sobre lo que hago). Esto podría fundamentarse por ejemplo con la replanificación (actualmente muy usada) y con las distintas estrategias que se buscan para lograr la motivación, el interés y el entendimiento de cierto tema; también he visto que los docentes son más abiertos permitiéndose el dialogo de unos con otros y planteándose cuestiones como ¿Qué haces para lograr tal cosa (comportamiento, motivación, etc.).

Según Gastón el modo en que la ciencia progresa es mediante la superación de obstáculos epistemológicos. Por esto sostiene que el conocimiento está dado en contra del conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos o superando aquello que, en el espíritu mismo, obstaculiza la espiritualización. Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI
Deben ser la razón y la experimentación las condiciones fundamentales para el espíritu científico y deben ellas sobreponerse a los distintos obstáculos planteados

Bibliografía:

• Bachelard, G (1938). La formación del espíritu científico. México: Siglo XXI

• Hodson (1994). Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio. Enseñanza de las ciencias

• Chalmers,A (1988). ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Argentina: Siglo XXI









jueves, 13 de agosto de 2009

Actividades Módulo 3

Módulo 3 – Actividades

Actividad 1

a- Biología: dentro de los observables podemos encontrar:
* Animales (células, órganos, etc.)
* Vegetales (células, estructura, etc.)
* Minerales (agua, sal, etc.)
b- No observables: el ADN, el funcionamiento.
c- Una teoría que podemos nombrar es la genetista.

Actividad 2

Podemos definir lo observable como aquello que se puede percibir a través de los sentidos. Lo no observable sería aquello imperceptible.
Lo observable sería por lo tanto lo que podemos percibir aunque sea a través de instrumentos sencillos y lo no observable aquello que no podemos saber que tan real es.

Actividad 3

a- Un texto lírico es el que está escrito en verso, posee rima, ritmo y métrica. El texto narrativo es aquel que está escrito en prosa y carece de ritmo.
La prosa poética es, de alguna manera, la unión de los géneros mencionados. Está escrito en prosa pero su finalidad es trasmitir sensaciones (carece de elementos formales).
Las convenciones empleadas son: en qué persona se expresa, cómo está escrito y que quiere trasmitir.

Actividad 4

No, porque no sabemos si la fotografía es realmente de la armadura del príncipe negro y tampoco sabemos si él se encuentra dentro.
Además porque vemos una representación de lo que podría ser el príncipe negro.
Sucede lo mismo cuando observamos el ADN en un microscopio electrónico.

Actividad 5

a- * Dos cuerpos de igual tamaño y forma caen al mismo tiempo sin importar su composición.
*Todos los metales se dilatan con el calor.
b- *Así tiramos una bola de metal y una de madera; luego un cubo de piedra y uno de metal; una pirámide de granito y otra de madera. Observamos que sucede así aún cambiando la altura de donde son arrojadas, por lo tanto, dos cuerpos de igual tamaño y forma caen al mismo tiempo sin importar su composición.
*El hierro se dilata a x ºC en diferentes fenómenos climáticos.
El plomo se dilata a x ºC
Una barra de cobre que mide 2cm se dilata a x ºC en diferentes países.
Un trozo pequeño de estaño se dilata a x ºC.
Si probamos con todos los tipos de metales vamos a concluir que todos los metales se dilatan con el calor.
c- Se pasa de las observaciones a las leyes empíricas por medio de la inducción.

Actividad 6

En cuanto a la ley de caída de los objetos tenemos como supuesto la ley gravitatoria de Newton; las pruebas que hizo Copérnico desde la Torre de Pisa.
En cuanto a la ley de la dilatación de los metales podemos tomar como supuestos la temperatura y la teoría de las moléculas (dependiendo del estado en que se encuentra el metal las moléculas están más juntas o más separadas).

Actividad 7

No, porque en el eje cartesiano quedan en línea recta y en las coordenadas polares en forma de semicírculo.

Actividad 8

Si, porque en el sistema cartesiano es una paralela al eje x (dependiendo de los valores que se tomen), mientras que en las coordenadas polares es oblicua.

Actividad 9

El grado de simplicidad no está resuelto. Depende de la aplicabilidad que se le de (coordenadas polares o coordenadas cartesianas).

Actividad 10

a- Decimos que es una ley empírica porque tiene dos entidades observables: la presión y el volumen.
b- Tomamos un tubo de ensayo y le introducimos en émbolo. A este tubo de ensayo le colocamos un barómetro haciendo un orificio en un costado.
Ejercemos una presión sobre el émbolo y observamos que a medida que aumentamos la presión (medida con el barómetro) disminuye el volumen del gas contenido.
c- Se debería graficar en ejes cartesianos, siendo x la presión e y el volumen.
d- La hipótesis que podemos plantearnos es que primero tomo la medida del volumen inicial a cierta presión, si aumento al doble la presión disminuye a la mitad el volumen.
e- Observamos que a medida que aumentamos la presión, disminuye el volumen del gas contenido.
A medida que íbamos aumentando el volumen disminuía la presión, lo podemos corroborar tomando anotaciones de lo que indica el barómetro. Estamos en condiciones de predecir que si aumenta el volumen, la presión disminuye.
Decidiríamos si esta predicción es correcta corroborando la experiencia.

Actividad 11

a- La ley cinética de los gases.
b- Algunas teorías que explican las conductas humanas son las procedentes de la sociología y la psicología principalmente. Por ejemplo: el psicoanálisis de Freud, Piaget, el conductismo, Bourdieu y Passeron (violencia simbólica), Althusser.
c- 1- La teoría que explica esto es la Genética. El percusor es Mendel.
2- Mediante una combinación de genes (combinación de características de dos seres) uno va a predominar sobre otro, formándose así un nuevo ser con la característica predominante. Por ejemplo si el padre tiene ojos verdes y la madre ojos marrones, el niño tendrá ojos verdes.
3- Observables son por ejemplo los rasgos que posee un individuo que son iguales al se por lo menos uno de sus padres (ojos, cabello, estatura, color de piel, etc.).
En cada especie de seres vivos esto puede variar.
4- Un no observable sería el gen y dentro de este se encuentra el ADN.

Actividad 12

A través de los cromosomas se trasmiten las características genéticas (explica la teoría de la genética).
Los genes que forman la cadena de ADN son quienes van a determinar ciertas características de un ser vivo, dada por la combinación de 23 pares de cromosomas, en el caso del ser humano.

Actividad 13

“En la ciencia, la imaginación creadora sin lógica no conduce a ninguna parte”.
Por más que podamos tener un sueño o alguna idea abstracta, no alcanza para crear una teoría.
Debemos someter esto a comprobación. Hay que buscarle una explicación lógica a esto que creemos, sino se vuelve meramente creencia.
Además, cuando se produce un salto creativo, no es a cualquiera que le pasa sino que son los científicos quienes tienen está posibilidad.

Actividad 14

En el marco carnapiano se pasa de las observaciones a las leyes empíricas por medio de la inducción (ya sea en sentido estrecho o amplio) y de estas a las teóricas se pasa por un salto creativo en la inducción en sentido estrecho y por inducción en sentido amplio.
En el marco hempeliano se pasa a través de un salto creativo de las observaciones a las leyes empíricas y de estas a las teóricas.

Actividad 15

a- En Kepler la referencia al contexto de descubrimiento es el mundo cifrado por Dios.
En Kekule la referencia es el sueño de la estructura teórica del benceno.
b- En Kekule la referencia al contexto de justificación es que la víbora se come la cola, por eso es un círculo cerrado.
En Kepler la referencia es que las cantidades ya existían porque eran creadas por Dios.

sábado, 2 de mayo de 2009

Téorico - Observacional, distinción EPIST

Distinción usada principalmente entre los autores que defienden la concepción heredada de la ciencia, con la que suponen que hay términos meramente observables, o bien propiedades describibles mediante términos meramente observables, y términos meramente teóricos, o propiedades de cosas describibles sólo mediante términos teóricos. «Observable» suele definirse como aquello que está sujeto a la experiencia inmediata, que suele precisarse mediante enunciados observacionales, mientras que lo «teórico» es lo que no puede definirse como meramente observable (ver ejemplo). Hay autores que añaden, entre observacional y teórico, disposicional, que sería aquella propiedad que se describe mediante enunciados disposicionales, esto es, enunciados que se refieren a propiedades no observables de cosas observables, como, por ejemplo «soluble».

La distinción analítico-sintético constituye otro aspecto de esta misma distinción.

Diccionario de filosofía en CD-ROM. Copyright © 1996-99. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona. Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi CoKarl R. Popper: el realismo

El realismo es esencial al sentido común. El sentido común o el sentido común ilustrado distingue entre apariencia y realidad. (Se pueden poner ejemplos como «hoy el aire es tan diáfano que las montañas parecen mucho más cercanas de lo que realmente están» o, quizá, «parece que lo hace sin esfuerzo, pero me ha confesado que la tensión es casi insoportable»). Mas el sentido común también reconoce que las apariencias (la imagen reflejada en un espejo, por ejemplo) poseen una especie de realidad o, con otras palabras, que puede haber una realidad superficial -esto es, una apariencia- y una realidad profunda. Por otro lado, hay muchos tipos de realidades. El tipo más obvio es el de los alimentos (supongo que suministran las bases del sentimiento de realidad) o bien el de los objetos más resistentes (obiectum = lo que se interpone en el curso de nuestra acción) como piedras, árboles o personas humanas. Pero hay otros tipos de realidad muy distintos como la descodificación subjetiva de nuestras experiencias sobre los alimentos, piedras, árboles y cuerpos humanos. El sabor y el peso de los alimentos es también otro tipo de realidad, al igual que las propiedades de los árboles y los cuerpos humanos. Hay ejemplos de otros tipos en este universo tan variado como son un dolor de muelas, una palabra, el lenguaje, un código de circulación, una novela o una decisión gubernamental; una demostración válida o inválida; tal vez fuerzas, un campo de fuerzas, tendencias, estructuras y también regularidades. [...]

Sostengo que no es ni demostrable ni refutable. El realismo no es demostrable, al igual que todo lo que caiga fuera del campo de la lógica y la aritmética finita, pero mientras que las teorías científicas empíricas son refutables, el realismo ni siquiera lo es. (Comparte esta irrefutabilidad con muchas teorías filosóficas o «metafísicas» y, en particular, con el idealismo.) Sin embargo, se puede argumentar, siendo abrumadores los argumentos en su favor. [...]

Con todo, hay argumentos en favor del realismo, o más bien, en contra del idealismo.

(1) El argumento más fuerte puede consistir en una combinación de otros dos: (a) que el realismo forma parte del sentido común, y (b) que todos los pretendidos argumentos en su contra no sólo son filosóficos en el sentido más desacreditado del término, sino que además se basan en una parte del sentido común aceptada acríticamente, es decir, en esa parte errónea de la teoría del conocimiento del sentido común que he denominado «la teoría de la mente como un cubo». [...]

(2) Aunque hoy día la ciencia está un poco pasada de moda para algunas personas, por razones que lamentablemente no son en absoluto nimias, no hemos de ignorar su relevancia para el realismo, aunque algunos científicos no sean realistas [...] Pero, olvidándonos por un momento de la física atómica (mecánica cuántica), podemos afirmar que casi todas -si no todas- las teorías físicas, químicas o biológicas implican el realismo en el sentido de que si son verdaderas, el realismo debe serlo también. Esta es una de las razones por las cuales algunas personas hablan de «realismo científico». Es una buena razón. Sin embargo, por mi parte, prefiero llamarlo «metafísico» antes que «científico», dada su (aparente) falta de contrastabilidad.

Mírese como se mire, hay excelentes razones para afirmar que en la ciencia lo que se pretende es describir y (en la medida de lo posible) explicar la realidad. Lo haremos mediante conjeturas teóricas; es decir, «teorías» que esperamos sean verdaderas (o próximas a la verdad), aunque no podamos demostrar su certeza ni siquiera su probabilidad (en el sentido del cálculo de probabilidades) a pesar de que sean las mejores teorías que podamos formularnos y de que, por tanto, puedan considerarse como «probables» en la medida en que este término está libre de toda asociación con el cálculo de probabilidades.

Hay otro sentido excelente y muy próximo en el que podemos hablar de «realismo científico»; el procedimiento adoptado entraña (en la medida en que no se vea destruido por actitudes irracionales) el éxito, en el sentido de que nuestras conjeturas teóricas tienden progresivamente hacia la verdad; es decir, hacia descripciones verdaderas de ciertos hechos o aspectos de la realidad.
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Conocimiento objetivo, Tecnos, Madrid 1974, p. 45-48.

Texto Rudolf Carnap: Observable y teórico

Una de las distinciones más importantes entre dos tipos de leyes de la ciencia es la distinción entre las que podrían llamarse (no hay una terminología aceptada en general) leyes empíricas y leyes teóricas. Leyes empíricas son las que pueden ser confirmadas directamente mediante observaciones empíricas. A menudo se utiliza el término «observable» para designar un fenómeno que puede ser observado directamente; de modo que puede decirse que las leyes empíricas son leyes acerca de observables.

En este punto debemos hacer una advertencia. Los filósofos y los científicos utilizan de manera muy diferente los términos «observable» e «inobservable». Para un filósofo, «observable» tiene un sentido más estrecho. Se aplica a propiedades como «azul», «duro», «caliente», etc. Son propiedades que se perciben directamente a través de los sentidos. Para el físico, la palabra tiene un sentido mucho más amplio. Incluye a toda magnitud cuantitativa que pueda ser medida de una manera relativamente simple y directa. Un filósofo no consideraría una temperatura de 80º C, por ejemplo, o un peso de 45 kilos como un observable, porque no hay percepción sensorial directa de tales magnitudes. Para un físico, ambos son observables porque se los puede medir de una manera muy simple. El objeto que se quiere pesar es colocado en una balanza de platillos. La temperatura se mide con un termómetro. El físico no diría que la masa de una molécula, y menos aún la de un electrón, es algo observable, porque en este caso los procedimientos de medición son mucho más complicados e indirectos. Pero a las magnitudes que pueden ser determinadas mediante procedimientos relativamente simples -la longitud con una regla, el tiempo con un reloj o la frecuencia de ondas luminosas con un espectómetro- las llaman observables.

Un filósofo podría objetar que no se observa realmente la intensidad de una corriente eléctrica. Sólo se observa la posición de un indicador. Se introdujo un amperímetro en el circuito y se observó que la aguja señalaba la marca 5,3. Ciertamente, no se observó la intensidad de la corriente, sino que se la infirió a partir de lo observado.

El físico respondería que esto es verdad, pero que la inferencia no era muy complicada. El procedimiento de medición es tan simple y tan bien fundado que no puede dudarse de que el amperímetro brinda una medición exacta de la intensidad de la corriente. Por ello se la incluye entre los observables.

Aquí no se trata de quién utiliza el término «observable» de la manera correcta o adecuada. Hay un continuo que comienza con observaciones sensoriales directas y pasa a métodos de observación enormemente complejos e indirectos. Obviamente, no puede trazarse una línea divisoria tajante en este continuo; es una cuestión de grado. Un filósofo está seguro que el sonido de la voz de su mujer proveniente del otro lado de la habitación es un observable. Pero supongamos que la oye en el teléfono. ¿Es o no un observable su voz? Un físico, ciertamente, diría que cuando mira algo a través de un microscopio común está haciendo una observación directa. ¿Sucede lo mismo cuando mira a través de un microscopio electrónico? ¿Observa la trayectoria de una partícula cuando ve el rastro que deja en una cámara de burbujas? En general, el físico habla de observables en un sentido muy amplio, comparado con el estrecho sentido que da el filósofo a la palabra, pero, en ambos casos, la línea de separación entre lo observable y lo inobservable es muy arbitraria. Es conveniente recordar esto cuando se encuentran estos términos en los libros de los filósofos o los científicos. Cada autor establece el límite donde le resulta más conveniente, según su punto de vista y no hay ninguna razón por la cual no deba gozar de este privilegio.

Las leyes empíricas, en mi terminología, son las que contienen términos directamente observables por los sentidos o medibles mediante técnicas relativamente simples. A veces, estas leyes reciben el nombre de generalizaciones empíricas, para recordar que se las obtiene mediante la generalización de los resultados de las observaciones y mediciones. No sólo incluyen leyes cualitativamente simples (como «todos los cuervos son negros»), sino también leyes cuantitativas que surgen de mediciones simples. Las leyes que relacionan la presión, el volumen y la temperatura de los gases son de este tipo. La ley de Ohm, que vincula la diferencia de potencial eléctrico, la resistencia y la intensidad de la corriente, es otro ejemplo conocido. El científico realiza repetidas mediciones, halla ciertas regularidades y las expresa en una ley. Estas son las leyes empíricas. Como indicamos en capítulos anteriores, se las usa para explicar hechos observados y para predecir sucesos futuros observables.

No hay un nombre comúnmente aceptado para designar el segundo tipo de leyes, a las que yo llamo leyes teóricas. A veces se las llama leyes abstractas o hipotéticas. «Hipotéticas» quizás no es un nombre adecuado porque sugiere que la distinción entre los dos tipos de leyes se basa en el grado en el cual las leyes están confirmadas. Pero una ley empírica, si es una hipótesis de ensayo confirmada solamente en escasa medida, seguiría siendo una ley empírica aunque pudiera decirse que es hipotética. Una ley teórica no se distingue de una ley empírica por el hecho de que no esté bien establecida, sino por el hecho de que contiene términos de un tipo diferente. Los términos de una ley teórica no se refieren a observables aun cuando se adopte el significado amplio que da el físico a lo que puede ser observado. Son leyes acerca de entidades tales como moléculas, átomos, electrones, protones, campos electromagnéticos, etc., que no pueden ser medidas de manera simple y directa.
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Fundamentación lógica de la física, Sudamericana, Buenos Aires1969, p. 299-301.

Textos de Diccionario Herder de filosofíatos de Diccionario Herder de filosofíartés Morató y Antoni Martínez Riu. Rudolf Carnap: observable y teórico

Una de las distinciones más importantes entre dos tipos de leyes de la ciencia es la distinción entre las que podrían llamarse (no hay una terminología aceptada en general) leyes empíricas y leyes teóricas. Leyes empíricas son las que pueden ser confirmadas directamente mediante observaciones empíricas. A menudo se utiliza el término «observable» para designar un fenómeno que puede ser observado directamente; de modo que puede decirse que las leyes empíricas son leyes acerca de observables.

En este punto debemos hacer una advertencia. Los filósofos y los científicos utilizan de manera muy diferente los términos «observable» e «inobservable». Para un filósofo, «observable» tiene un sentido más estrecho. Se aplica a propiedades como «azul», «duro», «caliente», etc. Son propiedades que se perciben directamente a través de los sentidos. Para el físico, la palabra tiene un sentido mucho más amplio. Incluye a toda magnitud cuantitativa que pueda ser medida de una manera relativamente simple y directa. Un filósofo no consideraría una temperatura de 80º C, por ejemplo, o un peso de 45 kilos como un observable, porque no hay percepción sensorial directa de tales magnitudes. Para un físico, ambos son observables porque se los puede medir de una manera muy simple. El objeto que se quiere pesar es colocado en una balanza de platillos. La temperatura se mide con un termómetro. El físico no diría que la masa de una molécula, y menos aún la de un electrón, es algo observable, porque en este caso los procedimientos de medición son mucho más complicados e indirectos. Pero a las magnitudes que pueden ser determinadas mediante procedimientos relativamente simples -la longitud con una regla, el tiempo con un reloj o la frecuencia de ondas luminosas con un espectómetro- las llaman observables.

Un filósofo podría objetar que no se observa realmente la intensidad de una corriente eléctrica. Sólo se observa la posición de un indicador. Se introdujo un amperímetro en el circuito y se observó que la aguja señalaba la marca 5,3. Ciertamente, no se observó la intensidad de la corriente, sino que se la infirió a partir de lo observado.

El físico respondería que esto es verdad, pero que la inferencia no era muy complicada. El procedimiento de medición es tan simple y tan bien fundado que no puede dudarse de que el amperímetro brinda una medición exacta de la intensidad de la corriente. Por ello se la incluye entre los observables.

Aquí no se trata de quién utiliza el término «observable» de la manera correcta o adecuada. Hay un continuo que comienza con observaciones sensoriales directas y pasa a métodos de observación enormemente complejos e indirectos. Obviamente, no puede trazarse una línea divisoria tajante en este continuo; es una cuestión de grado. Un filósofo está seguro que el sonido de la voz de su mujer proveniente del otro lado de la habitación es un observable. Pero supongamos que la oye en el teléfono. ¿Es o no un observable su voz? Un físico, ciertamente, diría que cuando mira algo a través de un microscopio común está haciendo una observación directa. ¿Sucede lo mismo cuando mira a través de un microscopio electrónico? ¿Observa la trayectoria de una partícula cuando ve el rastro que deja en una cámara de burbujas? En general, el físico habla de observables en un sentido muy amplio, comparado con el estrecho sentido que da el filósofo a la palabra, pero, en ambos casos, la línea de separación entre lo observable y lo inobservable es muy arbitraria. Es conveniente recordar esto cuando se encuentran estos términos en los libros de los filósofos o los científicos. Cada autor establece el límite donde le resulta más conveniente, según su punto de vista y no hay ninguna razón por la cual no deba gozar de este privilegio.

Las leyes empíricas, en mi terminología, son las que contienen términos directamente observables por los sentidos o medibles mediante técnicas relativamente simples. A veces, estas leyes reciben el nombre de generalizaciones empíricas, para recordar que se las obtiene mediante la generalización de los resultados de las observaciones y mediciones. No sólo incluyen leyes cualitativamente simples (como «todos los cuervos son negros»), sino también leyes cuantitativas que surgen de mediciones simples. Las leyes que relacionan la presión, el volumen y la temperatura de los gases son de este tipo. La ley de Ohm, que vincula la diferencia de potencial eléctrico, la resistencia y la intensidad de la corriente, es otro ejemplo conocido. El científico realiza repetidas mediciones, halla ciertas regularidades y las expresa en una ley. Estas son las leyes empíricas. Como indicamos en capítulos anteriores, se las usa para explicar hechos observados y para predecir sucesos futuros observables.

No hay un nombre comúnmente aceptado para designar el segundo tipo de leyes, a las que yo llamo leyes teóricas. A veces se las llama leyes abstractas o hipotéticas. «Hipotéticas» quizás no es un nombre adecuado porque sugiere que la distinción entre los dos tipos de leyes se basa en el grado en el cual las leyes están confirmadas. Pero una ley empírica, si es una hipótesis de ensayo confirmada solamente en escasa medida, seguiría siendo una ley empírica aunque pudiera decirse que es hipotética. Una ley teórica no se distingue de una ley empírica por el hecho de que no esté bien establecida, sino por el hecho de que contiene términos de un tipo diferente. Los términos de una ley teórica no se refieren a observables aun cuando se adopte el significado amplio que da el físico a lo que puede ser observado. Son leyes acerca de entidades tales como moléculas, átomos, electrones, protones, campos electromagnéticos, etc., que no pueden ser medidas de manera simple y directa.
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Fundamentación lógica de la física, Sudamericana, Buenos Aires1969, p. 299-301.

Textos de Diccionario Herder de filosofía

martes, 21 de abril de 2009

Síntesis sobre la Alegoría de la Caverna

Los hombres que se encuentran en éste mundo son semejantes a prisioneros que no han visto nunca la luz del sol y que están desde niños con las piernas y cuello encadenado en el fondo de una gran cueva, de espaldas a la única entrada abierta que da a el exterior. Dentro de la cueva y detrás de ellos arde una enorme fogata, que tampoco pueden ver, por hallarse de espaldas y porque las cadenas no le permiten girar alrededor. También se interpone una valla, entre ellos y el fuego, a lo largo de la cual van pasando hombres portadores de figuras de todo tipo, de cosas y de animales. Los prisioneros solamente pueden escuchar sus voces (que retumban en las paredes de la cueva por lo que no se pueden comunicar) y contemplar las sombras que se proyectan sobre el fondo de la pared (sombras que están desfiguradas, que están lejos de la realidad). En ese estado permanecen hasta que alguien los libera de las cadenas y pueden salir de la cueva a contemplar la luz del Sol y las cosas reales. De la misma manera, los hombres, mientras viven encerrados en su cuerpo, solamente pueden ver las cosas del mundo sensible, que no son más que imágenes o sombras de las verdaderas realidades, hasta que la Filosofía y la Dialéctica los liberan de sus cadenas y les permiten contemplar el mundo ideal, cuyo Sol es la idea del Bien.
Conforme a este concepto establece Platón su jerarquía de las artes y de las ciencias, las cuales se escalonan en perfección según los objetos sobre los cuales vera su estudio.
Carolina Pola

jueves, 16 de abril de 2009